El envejecimiento de los vinos

En efecto, no todos los años son adecuados para el envejecimiento. Sólo los años ricos permiten la conservación.
No se puede dejar envejecer cualquier vino, de cualquier región. Por ejemplo, los Beaujolais, los vinos blancos secos del Loira y los Sylvaner de Alsacia deben ser consumidos jóvenes. En cambio, los grandes burdeos y borgoñas rojos, y los Cháteauneuf-du-Pape, pueden conservarse durante largos años y desarrollar todas sus cualidades al envejecer. Entre los vinos blancos, los de Graves y los grandes Sauternes, en Burdeos, así como los Meursault y Montrachet en Borgoña, aceptan muy bien la conservación en botella. En cuanto al mejor período para su consumo, es imposible fijar una regla, ya que ello no sólo depende del vino o del año, sino también de la bodega en que se conservan más tiempo en los paises fríos del Norte, en tanto que más hacia el Sur su envejecimiento es progresivamente más rápido.